La llave inglesa

La llave inglesa, también denominada llave francesa, llave ajustable, llave de expansión o llave de perico es una de las herramientas manuales más usadas en todo el mundo y, por lo mismo, forma parte imprescindible del catálogo de los mejores fabricantes.

Es una herramienta manual, usada para aflojar o ajustar tuercas y tornillos. Su característica principal es que su abertura es ajustable, ya que posee una cabeza móvil que permite adaptarse a diferentes medidas de pernos o tuercas, y su boca está ligeramente inclinada respecto al eje del mango, con el fin de facilitar la operación de ajuste.

Esta herramienta, tal y como se conoce actualmente, es decir, movible y ajustable, fue inventada por un inglés y perfeccionada por un sueco. Se tiene registro de que la primera llave ajustable la diseñó el ingeniero inglés Edwin Beard Budding, a mediados del siglo XIX.

En 1835, el inglés Solomon Merrick patentó la primera llave estándar y pocos años después, en 1842, el ingeniero, también inglés, Richard Clyburn registró el diseño de una nueva pieza ajustable, y la llave quedó muy parecida a como se conoce ahora.

La llave sueca

Sin embargo, fue el herrero sueco Johan Petter Johansson quien, a partir de los modelos anteriores, desarrolló esta herramienta tal y cual la conocemos ahora. A él se atribuye el acoplamiento del tornillo a la cuña de ajuste que presentaban llaves anteriores. Su marca de herramientas, Bahco, patentó la llave en 1892, y desde entonces, en Europa, se le empezó a conocer como llave sueca.

Como muchas otras herramientas, a ésta se le nombra de distintas maneras, de acuerdo con la región.

En Sudamérica se le conoce como llave francesa, mientras que en México se le denomina perico o llave inglesa.

Hay quienes encuentran alguna diferencia entre la llave inglesa y la francesa, como el sentido en el que la rosa debe girar para abrir o cerrar la llave: a la derecha o a la izquierda.

Generalmente fabricadas con acero de gran resistencia y dureza, y recubrimiento de cromo que previene la corrosión, también se comercializan en versiones de acero inoxidable y con tratamiento y accesorios que les permiten cumplir los requisitos correspondientes para herramientas aisladas, antichispa y anticaída.

Versatilidad característica

Otra característica importante de esta herramienta es que permite apretar o ajustar tornillos, tuercas y pernos, sin deteriorarlos ni maltratarlos. Su mordaza, compuesta por una parte fija y otra móvil, comandada por un tornillo sin fin ubicado en la base de la boca, permite que se adapte a las distintas medidas de las tuercas y tornillos.

Además, la parte interior de la boca es lisa, para que no produzca melladuras en las tuercas o cabezas de tornillos.

Existen diversos tamaños y formas de llaves inglesas. Desde las básicas, manuales, hasta aquellas con mecanismo de ajuste automático.

La llave inglesa, tal y como la conocemos en la actualidad, está compuesta por dos mordazas o caras, paralelas y lisas; una de ellas está fija al mango y la otra es móvil y ajustable, y está provista de una cremallera dentada a la cual engrana una rosca o tornillo helicoidal que, al girar, abre o cierra las mordazas. Por su gran versatilidad, esta herramienta se utiliza tanto en ámbitos industriales como domésticos.