LECTORES – ELECTRICISTA

La actualización, vital para el electricista

Texto y fotos: Luis Aruro Serrano Ruiz

De pronto, alguien dijo: “¡Hágase la luz… y la luz se hizo!” Ahora, los profesionales de la electricidad están atentos para capacitarse y valerse de los adelantos tecnológicos, a fin de aprovechar esta energía que es tanto de alto riesgo como imprescindible en todo tipo de actividades, como industria, comercio, salud, hogar, educación, agricultura y otras.

Aunque en todas las ciudades de la República funcionan escuelas tecnológicas, centros de capacitación para el trabajo industrial y planteles que imparten la carrera de electricista, en muchos casos la herencia familiar, el gusto por la materia y otros factores, influyen en la elección vocacional que, en este caso, exige actualización constante para garantizar líneas, redes e instalaciones de alta calidad y seguridad.
Es el caso de Juan Pablo Cortez Piña, quien cuenta con más de 15 años de experiencia como electricista, y continúa su aprendizaje con la práctica y el paso del tiempo. “Me gusta seguir aprendiendo acerca de la electricidad y sus usos, porque es una cuestión primordial en todo tipo de casas, y me gusta ayudar a que las personas cuenten con instalaciones y servicios confiables”, subrayó.

El poder de la experiencia
Durante diez años, Cortez Piña trabajó, primero, como ayudante de un maestro electricista, mientras ampliaba sus conocimientos y mejoraba sus habilidades. Todo el aprendizaje es así: “todos los conocimientos y la experiencia se adquieren con el paso del tiempo y la práctica”, confirmó.
Juan Pablo señala que se dedica a trabajar en casas, las cuales son cada vez más pequeñas, y casi en todas hay problemas en las instalaciones eléctricas, que los constructores heredan a los inquilinos, para que los detecten y arreglen.
“Se trata de un problema serio: los trabajadores de la construcción no respetan las normas del uso de los colores en los cables, y pueden generar accidentes y hasta incendios por corto-circuito”, explicó.
“A mí me sucedió un percance. Trabajaba en una fábrica de costales, como mecánico y electricista. Una vez que laboraba en una línea de embobinadoras, 180 por lado de la máquina extrusora, me alcanzó una descarga. Me paralizó y me aventó”, relata Juan Pablo.
Esta experiencia se convirtió en un reto para compartirla con otros y evitar que se repitan accidentes: “todos trabajamos de diferente manera, pero también todos debemos respetar normas básicas: de dónde se va a tomar la corriente; en los casos de edificios, dónde está la subestación. El trabajo es riesgoso porque se trata de energía viva”, resaltó el especialista.

¿Electricidad formal?
Cortez Piña considera que los electricistas deben actualizarse y capacitarse de manera permanente, porque incluso las casas ya no se construyen de la misma manera. Es necesario conocer las nuevas propuestas, saber utilizar los nuevos equipos y las más recientes tecnologías para instalaciones y redes eléctricas.
Pero, ¿cómo trabaja alguien que no estudió electricidad en una escuela formal? “Primero, pregunto a mi maestro para despejar dudas, y luego me voy a los tutoriales de Internet: no me gusta equivocarme”, concluyó firme.