Y se hizo la luz… eléctrica
Hilos de tela, fibras de coco, filamentos de metal: nada lograba conducir la electricidad durante varias horas, sin que el filamento se quemara, hasta que se encontró la solución, y después…
El foco, conocido también como bombilla, es uno de los más importantes inventos de los últimos siglos, y se utiliza desde en grandes instalaciones deportivas, hasta como solución ornamental.
La clasificación de los focos depende de diversos factores; sin embargo, es posible hacerlo de acuerdo con la cantidad de energía que requieren para su funcionamiento, si consideramos que el ahorro de electricidad es una de las principales preocupaciones del mundo moderno, y una solución posible consiste en utilizar bombillas de bajo consumo en el hogar, escuelas, empresas y lugares públicos.
El hecho de que existan varios modelos, brinda la posibilidad de acceder a focos con diferentes funciones y potencia, además de brindar prácticamente todas las posibilidades de iluminación.
Iluminación interior
Algunos de las bombillas para interiores más comunes son las incandescentes, que se ven como un foco tradicional. En general, la entrada de estas bombillas es de 40 W o 60 W, pero hay otros tipos de focos para interiores, como las lámparas fluorescentes compactas (LFC) y LED.
Debe considerarse que las potencias para las lámparas fluorescentes compactas y las LED se corresponden con los focos incandescentes de 40 W y 60 W. Ello significa que en una lámpara que tiene una bombilla incandescente de 40 W, también se podría utilizar una LFC de 9 W o una LED de 6 W.
Foco incandescente. Tiene el mismo diseño de hace más de 100 años, desde que Edison lo patentó. Genera luz cuando un alambre delgado (filamento de tungsteno) es calentado por la energía eléctrica que lo atraviesa, por lo que está tan caliente que brilla intensamente. Libera gran cantidad de calor y el foco se calienta, lo cual significa que es una bombilla ineficiente. En muchos países, actualmente se aprueban leyes que prohíben la venta de estos focos, debido precisamente a su ineficiencia.
Foco fluorescente compacto (LFC). El fluorescente compacto en espiral es mucho más eficiente que la bombilla incandescente estándar. Los focos fluorescentes compactos funcionan mediante la conducción de la electricidad a través del gas dentro de las bombillas, excitando el gas y generando la producción de luz, y cuenta con un recubrimiento sobre las espirales que hace que sea blanca. Estas bombillas casi no se calientan, como hacen las incandescentes.
Diodo emisor de luz (LED). A diferencia de las bombillas incandescentes y las fluorescentes compactas, los focos LED son expresión de la era tecnológica moderna.
Los focos LED producen luz blanca con un trabajo bastante complejo y su invención ganó el Premio Nobel de Física en 2014. Si bien éstas son las bombillas más eficientes hasta la fecha, no están exentas de problemas.
A pesar de que la luz que producen se ve blanca, contiene todos los colores del arco iris, y gran cantidad de luz azul, que tiene efectos negativos sobre la salud humana y la vida silvestre.
Iluminación exterior
Las luces para el exterior son diferentes a las destinadas a los interiores, ya que tienen que ser más brillantes y durar más. Hay muchos tipos de focos diseñados para instalarse al aire libre, y todos presentan ventajas y desventajas.
Luces halógenas. En los hogares se encuentran como focos o reflectores; en los coches, como luces delanteras, y en campos deportivos como las luces del estadio. Estas bombillas funcionan de manera similar a las incandescentes, mediante la conducción de la electricidad a través de un filamento de tungsteno, pero a diferencia de las incandescentes, hay gas halógeno dentro de cada bombilla. Cuando el tungsteno quema el filamento, los gases se vuelven a depositar para ser reutilizados.
Las luces halógenas duran mucho más que las incandescentes, pero son mucho más brillantes y se calientan más que las incandescentes tradicionales.
Haluro metálico. Las bombillas con halogenuros metálicos se utilizan en faroles, luces de estacionamiento y de estadios. Son muy brillantes y contribuyen en gran cantidad a la contaminación lumínica.
Son “aceptables” eficientemente. Producen una luz muy blanca y tiene buena reproducción cromática, lo cual significa que los objetos bajo estas luces se ven con su verdadero color.
Las bombillas de vapor de sodio a alta presión (SAP) son las luces de calle más utilizadas, ya que requiere poco mantenimiento. Producen luz mediante la ejecución de la electricidad a través de una mezcla de gases, y son bastante eficientes. Estas bombillas requieren tiempo para encender por completo y producen un resplandor amarillo-anaranjado.
Las luces de vapor de sodio a baja presión (LBP) funcionan de manera similar a las de alta presión. En lugar de producir luz blanca (todos los colores del arco iris), las luces LBP producen luz amarilla casi exclusivamente. Si bien desde este punto de vista son eficientes, se necesitan varios minutos para que la bombilla se encienda. La luz es amarillo-anaranjada y hace que los objetos se vean con un color diferente o gris.
Luces de calle
La tecnología LED se desarrolló rápidamente en los últimos años y sus focos son también integrados en soluciones de iluminación al aire libre.
Mientras que el ahorro de energía es significativo, las luces LED producen una gran cantidad de luz azul, la cual puede tener efectos adversos sobre la salud humana y la vida silvestre.
Las luces de calle LED PC ámbar han estado en el mercado sólo durante los últimos años. Usan poca energía y tienen buena resolución cromática, pero aún son relativamente caras.
Las luces LED ámbar de banda angosta (NBA) para iluminación pública son una nueva tecnología. En lugar de emitir todos los colores del arco iris y una gran cantidad de luz azul, emiten principalmente amarillo. Y aun así tienen buena resolución cromática, lo cual significa que no hace que las cosas se vean de color gris, como hacen las luces LBP. Debido a que esta tecnología es nueva, estas bombillas no están ampliamente disponibles, y son caras, aunque muy eficientes.