ICC de Hong Kong, despliegue de lujo y estética
Texto: Joaquín Esteva
Ubicado entre las 10 principales potencias económicas del mundo, Hong Kong es reconocido por sus rascacielos que alcanzan imponentes alturas en abierto desafío a la ley de la gravedad.
Sus construcciones sobresalen por los sistemas de ingeniería vanguardista que, más que mezclar, conjugan calidad y eficiencia. Las enormes torres, de cientos de metros de altura, son resultado de mezclar concretos mejorados, de rápido secado, ligeros pero resistentes.
La Torre del Centro de Comercio Internacional (ICC por sus siglas en inglés) es muestra del trabajo de ingenieros, arquitectos y urbanistas que desarrollaron un innovador edificio que resalta por su construcción y los materiales de alta resistencia, capaces de soportar sus 118 pisos.
El edificio comprende un complejo comercial, de servicios y residencial en el nuevo distrito financiero de esta ciudad. Además, la Torre ICC es un atractivo que atrae a ricos empresarios y políticos que buscan un estilo de vida de alto nivel, donde puedan satisfacer sus principales necesidades en el mismo espacio.
Elevadores de dos pisos
En 2016 fue considerado el edificio más alto del mundo que luce una estética acorde con su entorno. La industria de la construcción en Hong Kong ha destacado por sus innovadoras técnicas, como el aplicado en la aplicación de concreto ligero que fue bombeado mediante equipos de última generación para transportar el hormigón hasta 300 metros más alto que las bombas anteriores, lo cual se traduce en reducción de tiempo y ahorro de inversión.
Al interior de la torre, una serie de elevadores de dos pisos se instalaron para dar una mayor funcionalidad al desplazamiento de las personas. Destaca el ascensor eléctrico de cristal que en sólo 60 segundos hace un recorrido desde la planta baja hasta el piso 100. Durante ese minuto los visitantes podrán apreciar la ciudad.
Atractivo turístico
Para los visitantes extranjeros, la Torre ICC es un atractivo ineludible. Los pisos comerciales son conocidos como Elements Mall y, de acuerdo con la filosofía oriental, se integran por cinco elementos: madera, agua, metal, fuego y tierra.
Existen tiendas de todo el mundo; pantalla de luces; el Hotel Ritz Carlton; la piscina más alta del mundo, ubicada en el último piso, y restaurantes.
El Sky 100 es un piso que cuenta con una vista de 360 grados, donde se aprecia la ciudad desde la plataforma más alta, con medios interactivos que proyectan la construcción del ICC y la historia de Hong Kong.
Además, hay un telescopio y cabina fotográfica para que los turistas puedan ver los astros e imprimir algunos recuerdos de su visita a la torre, e incluso sillones para que desde la comodidad que brindan puedan apreciar la ciudad financiera y sus alrededores.
Alta cocina… de manera literal
Las plantas 101 y 102 tienen los mejores restaurantes. Sirven principalmente a visitantes, empresarios y personas que se alojan en el Ritz Carlton; entre las variantes de su cocina destaca la comida china, la vinayaka (alta cocina india) y la japonesa.
Dos restaurantes, Tosca (restaurante italiano) y el cantonés TinLungHeen, se encuentran un piso abajo de la recepción del hotel, en el piso 102. TinLungHeen recibió dos Estrellas Michelin en 2016, mientras Tosca recibió una en 2016.
Al exterior el recubrimiento de cristal permitió la instalación de sistemas de iluminación que son un gran atractivo para los visitantes, ya que el complejo luminoso ofrece auténticos conciertos luminosos.
Hong Kong siempre estuvo a la altura de su infraestructura y su gente, y a finales de la década de los 80, Ciudad Victoria, capital de este país, sin considerar las de Estados Unidos fue la primera en contar con el rascacielos más alto (Torre del Banco de China), con diseño innovador.