La Ferretería: un sitio para aprender, meditar, servir…
Texto y fotos: Luis Arturo Serrano Ruiz
Con base en el esfuerzo constante, trabajo en equipo, atención esmerada y de calidad a los clientes, además de una amplia oferta de líneas de productos, la primera de varias sucursales de la empresa Más Ferretería goza del reconocimiento generalizado de un mercado altamente competitivo y busca no sólo conservar esta preferencia, sino crecer significativamente.
La ferretería tiene nueve años en pleno funcionamiento. Al principio costó mucho trabajo penetrar en el mercado, debido a la competencia que rodeaba al negocio familiar y, después de varios años, se puede decir que ya se estableció plenamente el negocio. El principal segmento comercial que atiende lo constituye el público, en general, con ventas de mostrador.
En la zona en donde está instalado el negocio se realizan bastantes construcciones: viviendas, obras de equipamiento urbano y remodelación de edificaciones. Sin embargo, el personal de Más Ferretería aún no se acerca a los constructores, quienes sí acuden a la empresa por herramientas, equipo y productos que necesitan para dar continuidad a sus proyectos.
Valor de la experiencia
De manera general, su zona de influencia son las populosas colonias de “al alrededor”, aunque durante sus nueve años de operaciones se ha mantenido y crecido con ventas al menudeo, de mostrador.
“Me gusta mucho la ferretería. Es una actividad donde aprendes muchísimas cosas, como solucionar problemas, propios y de los clientes, y debes ejercitar mucho la memoria, siempre. Tienes que aprender (y entender) las características y funcionamiento de nuestro catálogo de quince mil productos y dónde están.
“Aprendes paulatinamente, con la experiencia del diaria del mostrador y, de manera frecuente, los mismos clientes te ayudan a comprender el funcionamiento y por qué de las herramientas”, de acuerdo con Valeria Marroquín Sebastián, Gerente de la sucursal de Más Ferretería en la colonia Las Bóvedas, una zona densamente poblada de Zapopan, Jalisco.
“Además, el personal también tiene que esforzarse por aprender más y, si no tienen el material necesario, pues hay que buscar información con proveedores o distribuidores. Así, cuando regrese el cliente se le podrá ofrecer una respuesta que solucione su problema. A veces los clientes traen otras ideas y, con lo que se conoce, todo se complementa y se puede ofrecer una mejor solución”, precisó la directiva.
Visión de primera línea
Siempre con una sonrisa a flor de labios, Valeria Marroquín confesó en entrevista que empezó “desde cero” en la ferretería de su familia, y cuando decidió abrir una sucursal, llegó como administradora a la edad de quince años; aunque reconoce que desconocía muchos aspectos del negocio.
De acuerdo con empresaria, “durante los últimos años la herramienta mexicana ha mejorado en cuando a diseño, calidad y desempeño, pero los avances han sido lentos y los chinos se están comiendo el mercado”, ya que desplazan a los fabricantes nacionales.
“Cuando llegué no sabía mucho de herramientas y equipos, pero solito el día a día te va enseñando. Vendemos productos manufacturados en México y en otros países. Los equipos nacionales son de muy buena calidad, pero son más caros que muchos extranjeros…
“En el caso de la herramienta de China hay de todo: para usarse sólo una vez y también de gran calidad. Y tienen mercado porque muchos clientes sólo buscan precios bajos y nuestra responsabilidad es atender su solicitud y exponer las características y alcance de los productos”, reveló.
Gracias a la competencia
La permanencia de Más Ferretería por más de nueve años en un mercado tan competido se debe al esfuerzo de sus ejecutivos y colaboradores y, por supuesto, al trabajo en equipo. Su padre inició el negocio familiar –ya tiene una franquicia en la zona sur de la ciudad–, y los hijos lo continúan porque “traemos buena escuela” de trabajo, constancia y ejemplo de capacitación permanente.
Además, afirma Marroquín Sebastián, la ferretería no sólo es una empresa noble, sino también un buen negocio y los establecimientos que la rodean en Las Bóvedas y colonias circundantes, no le preocupan, porque la competencia “es incluso necesaria: te obliga a mejorar continuamente”. Aparentemente, ella, la emprendedora, la mujer, siempre estará en el negocio porque “es donde he crecido, me he formado, en donde me desempeño y me gusta muchísimo”. Su satisfacción en la venta de mostrador se concreta al ver llegar a los clientes y poder ofrecerles una solución. A veces, añadió, buscan “productos demasiado extraños, que no encontraron en la zona y nosotros los tenemos: esa satisfacción de ofrecer soluciones reales, no se puede describir porque así ganas al cliente, porque le solucionaste un problema”.
Valeria Marroquín considera que entre sus principales desafíos se encuentran sobresalir a la competencia, mantener a los clientes que los han hecho crecer y atraer aún más.
Con ese objetivo, hace nueve meses la sucursal de Más Ferretería se remodeló: introdujo un nuevo acomodo de los productos, herramienta y equipo… y es ahora mucho más funcional.