EVENTO – METRÓPOLIS congestionadas

Metrópolis cogestionadas, realidad del mundo moderno

Texto y fotos: Luis Arturo Serrano Ruiz

El acelerado crecimiento urbano de las “zonas metropolitanas”, la proliferación de construcciones verticales y la insuficiencia de las redes de servicios –agua potable y alcantarillado–, están generando serios problemas al “funcionamiento” de las ciudades, lo cuales se traducen en un grave déficit en el abasto de agua, costosas inundaciones y la pérdida de las áreas de cultivo.

En la ciudad de Guadalajara, de acuerdo con los urbanistas, durante décadas las autoridades pospusieron las inversiones para garantizar el suministro de agua potable a la población y la necesaria construcción de colectores, así como la realización de pozos de absorción para captar y almacenar las aguas de lluvia, y sin embargo autorizaron la edificación de torres altas para hospedaje, departamentos y oficinas de manera indiscriminada.

Vivir la realidad
“No se invirtió en donde no se ve: bajo la tierra”, indicaron. El incontrolable avance de la mancha urbana, con zonas populares sin servicios básicos y cotos residenciales de lujo, provocó el cierre de más de medio centenar de pozos profundos, de los cuales se abastecía parte del consumo de agua, así como la irreparable pérdida de productivas áreas de cultivo en el fértil Valle de Tesistán y otras demarcaciones de la metrópoli.

En ese sentido, el prestigiado urbanista José Manuel Gómez Vázquez Aldana, Premio Honoris Causa del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco (CAEJ) en 1993, concluyó que muchas autoridades no se preocuparon por “buscar la armonía urbana, ni previeron que la incesante edificación de altas torres saturaría las redes y haría colapsar el sistema, si no se amplía su capacidad”, y admitió que la celeridad y la verticalidad “son una realidad con la que hay que vivir. Incluso hay zonas donde el drenaje ¡es de barro!”

¿Sólo ruinas?
Para presentar la convocatoria al Premio de Arquitectura de Jalisco 2018, José Manuel Gómez Vázquez Aldana advirtió que “la arquitectura es la esencia de la vida” y “un componente indispensable” de la planeación y el urbanismo, y lamentó la indiferencia oficial ante la proliferación de demoliciones de fincas con valor arquitectónico, histórico o cultural, para levantar torres en su lugar.

“No se puede apreciar y preservar el patrimonio urbano, sin conocer el papel de la Arquitectura”, expresó, y reveló que del patrimonio arquitectónico inventariado apenas quedan mil 700 fincas en esa metrópoli.

En su oportunidad, el Presidente del CAEJ, David Loera Márquez, y la Coordinadora del Premio, Laila Pérez Ochoa, informaron que la entrega de premios y reconocimientos del certamen, incluido el Premio Honoris Causa a una trayectoria profesional sobresaliente, se llevará a cabo el tres de octubre próximo, en el legendario Teatro Degollado, dos días después de la conmemoración del Día Internacional del Arquitecto.