Kalundborg

Kalundborg, primer parque ecoindustrial del mundo

Texto: Joaquín Esteva

Considerado el primer parque ecoindustrial en el mundo, el complejo de Kalundborg, en Dinamarca, se distingue por integrar en su entorno todos los servicios, sin alterar ninguna característica natural de la zona.

Ubicado al norte del país, en la población que lleva el mismo nombre, los primeros asentamientos industriales se registraron 1959; con el paso de los años Kalundborg se convirtió en el centro industrial más importante del país, y posteriormente fue reconfigurado como parque ecoindustrial.

La característica principal del complejo son los beneficios que obtiene un proyecto, donde cada una de las industrias es necesaria a las otras para completar su ciclo productivo. Algo comparable con una cadena alimenticia natural, donde cada presa dota de nutrientes a las especies más grandes… y viceversa.

Beneficio mutuo
El parque ecoindustrial de Kalundborg está integrado por una central eléctrica, sistemas de tratamiento del agua, planta potabilizadora, áreas verdes, red de voz y datos. Cuenta con nueve industrias que continuamente están en constante intercambio de materiales con el fin de hacer de su simbiosis una realidad.

Los expertos consideran que constituye un modelo urbano de productividad único. En cuanto se refiere a la electricidad, la generación de la energía es un producto primario en la cadena alimenticia, junto con la planta refinadora de combustible: ambas empresas consumen sus propios productos, aunque también están interconectadas con otras empresas con el fin de abastecerse de insumos.

El parque ecoindustrial de Kalundborg mantiene procura la asociación de todas las empresas que les permite beneficiarse mutuamente, como es el caso de la hidroeléctrica Asnaes, la cual vende vapor a la refinería Statoil y a la farmacéutica Novo Nordisk, y el calor de los generadores se ocupa en la calefacción de los edificios de la ciudad, granjas e invernaderos.

A su vez, la refinería vende agua de enfriamiento y gas a la planta eléctrica, y el azufre que produce se canaliza a las instalaciones productoras de ácido sulfúrico de Kemira.

Génesis del modelo
El Parque Industrial de Kalundborg no es producto de la planeación ambientalista, sino resultado de 20 años de trabajo de empresarios que buscaron optimizar sus recursos mediante el intercambio de desechos y subproductos. Las empresas que hoy integran el complejo fueron seleccionadas, en principio, de acuerdo con lo que pudieran aportar al grupo y a su objetivo.

A partir de la instalación de la central eléctrica en 1959, empezó la conformación de éste ya ejemplar grupo de industrias. Pasaron 13 años antes de que, en 1972, arribara la segunda empresa, ésta dedicada a la fabricación de placas de yeso y materiales para construcción, bajo el nombre de Gyproc.
Casi diez años después, las autoridades de la localidad instalaron una red de distribución de calefacción alimentada por la planta eléctrica.

Hoy, los llamados socios conforman un grupo de nueve empresas privadas y públicas, algunas son las más grandes de Dinamarca, como es el caso de Novo Nordisk, compañía danesa dedicada a la elaboración de insulina, considerada la más grande del mundo, pero también figuran firmas tan relevantes como Novozymes, el mayor productor de enzimas del planeta, y Gyproc, gran empresa francesa fabricante de paneles de yeso, todas bajo la dirección del municipio de Kalundborg.

Por otra parte figuran compañías como Dong Energy, propietaria de la central eléctrica de Asnaes, la planta generadora de energía más grande de Dinamarca; RGS 90, empresa danesa de remediación y recuperación de suelos; Statoil, de origen noruego, posee la mayor refinería de petróleo de Dinamarca; Kara/Noveren, entidad danesa avocada al tratamiento de residuos, y Kalundborg Forsyning A/S, proveedora de agua y calor, así como trituradora de los residuos sólidos de los habitantes de Kalundborg.

Impacto ambiental
El principal objetivo de tan interesante grupo de empresas es reducir sus costos de producción, pero cuidando el medio ambiente.

Principalmente, buscan el ahorro de agua, combustible y en el consumo de productos químicos. Un nítido caso de éxito es el de la conversión de la central eléctrica que pasó del consumo de carbón a gas natural, lo cual redujo en 30 toneladas la emisión de bióxido de carbono y en más de 200 mil toneladas la de cenizas.